- "Piedad para el pobre niño marchito... Piedad, por favor..."
- — Sacerdote de la aldea pesquera
El Huérfano de Kos es uno de los Grandes, el jefe final de Bloodborne The Old Hunters, y uno de los posibles cuatro jefes finales de Bloodborne en el caso que se haga el final Amanecer de Yharnam.
Descripción[]
El Huérfano parece ser un híbrido entre un humano y un Grande al surgir del vientre de la difunta Kos. Tiene la apariencia de un hombre alto y esquelético. Su rostro está congelado en una eterna sonrisa descarnada y de su espalda cuelga una fina membrana que se transforma en un par de alas una vez que el Huérfano entra en su segunda fase.
Usa como arma su propia placenta, a modo de garrote. También puede arrancar trozos de esta para arrojarlos como proyectiles explosivos. Tras su transformación su placenta muta también, tomando la forma de una enorme hacha.
Tras su "muerte" dejará caer el Parásito de Kos, y su fantasma aparecerá junto a los restos de su madre. Atacar a este fantasma lo hará desaparecer y, al igual que al derrotar a la Nodriza de Mergo, veremos el mensaje "PESADILLA ASESINADA", terminando así con la pesadilla del cazador.
Este fantasma es técnicamente el verdadero Huérfano de Kos, y aquel al que se enfrenta el jugador es solo su manifestación física dentro de la pesadilla.
Lore[]
Al referirse a él como el "pobre niño marchito" de Kos se puede teorizar que la profanación de Kos por parte de los antiguos cazadores llevó a la muerte prematura de este retoño de los Grandes, causando que se perdiera en un plano similar al limbo. Enfurecida por este trato indigno, Kos lanzó una maldición de sangre sobre los antiguos cazadores responsables de sus muertes terrenales, y sobre todos aquellos que llegasen a seguir sus pasos. Embriagados por la sangre, los cazadores que vendrían después terminarían por reunirse con los antiguos en el limbo del Huérfano de Kos, el cual sería conocido como la Pesadilla del cazador.
Tras morir la criatura, su espíritu permanece al lado del cuerpo de su madre hasta que es destruido, lo cual es suficiente para que Kos levante la maldición de sangre que ata a los cazadores a la Pesadilla. La razón por la cual hace esto es incierta, pero una voz declara con alivio que el niño ha regresado al océano, indicando que, o bien el niño ha regresado a la vida en la tierra o que matarlo dentro del limbo le ha permitido regresar al cosmos, libre ya de toda limitación.
- "Oh, dulce hijo de Kos, devuelto al océano... Una maldición sin fondo. Un mar sin fondo. Aceptación de todo lo que existe y puede existir."
Localización[]
- Aldea pesquera, Costa
- Al salir de la cueva tras activar el elevador que conecta con la Cabaña del faro.
Suelta[]
- 60.000 ecos de sangre
- +9 de lucidez (+5 por encontrar al jefe, +4 por derrotarlo)
- Parásito de Kos
Curiosidades[]
- El Huérfano solloza mientras permanece junto al cadáver de Kos y observa la luna, posiblemente para revelar el sufrimiento infligido por los antiguos cazadores que causaron la maldición de sangre.
- Después de derrotarlo (antes de que el Sueño del cazador se incendie), la muñeca declarará que Gehrman ya no está inquieto mientras duerme, lo que implica que estaba consciente del destino del niño y está en paz cuando siente que la maldición desaparece.
- Esto implica que él fue uno de los cazadores que profanaron la aldea, pero se le impidió ingresar a la Pesadilla cuando murió, posiblemente porque la Presencia lunar lo ató al Sueño del cazador en lugar de permitirle encontrar ese destino.










